top of page

En los últimos 50 años, la zona en la que se sitúa el Puente Colgante ha sufrido un gran cambio, principalmente estético. Este está basado en la mejora de las infraestructuras que permiten el acceso al puente, las fachadas de las casas próximas, y los servicios ofertados. Dado que se trata de una zona muy turística, los servicios hosteleros han sabido aprovechar esta oportunidad, y por ello son numerosos los bares instalados en la Plaza Puente-Zubia. Además, se han abierto en los últimos años comercios de lo más variados, desde tiendas de dulces a zapaterías, pasando por un establecimiento de tapices. ¿Acabará el sector de los servicios con la esencia de una zona tan particular y única?

 

Las características casas que se alzan a cada margen de la ría, muy diferentes al resto de los edificios de la ciudad, son de los pocos elementos que se mantienen tal y como estaban el siglo pasado. Parte del encanto del Puente Bizkaia reside en las vistas que se alcanzan a ver desde la pasarela, donde la ría predomina y los paseos de ambas márgenes le dan un toque especial. Son las casas más antiguas parte de la armonía. “La modificación de las fachadas es muy cara, además, esos edificios ya son parte de la ciudad”, asegura Mari Carmen Sanmartín, vecina de la zona. También afirma que le da a Las Arenas un “aire más sofisticado” que hace ver la zona mucho más bonita.

 

Sin embargo, el margen derecho del Puente actualmente nada tiene que ver con el que conoció Jose Manuel Ortiz cuando era un niño. “La Plaza Puente-Zubia ya estaba cuando yo era pequeño, pero era diferente, recuerdo que en ella había unos baños. En cambio, las calles de al lado y toda la parte de atrás no existía, era todo un descampado”, cuenta Ortiz. Una torre y una plaza de toros portátil que instalaban en las fiestas del barrio eran las encargadas de decorar el terreno desértico del que habla el vecino de sesenta años. Se trataba de una zona de juego a la que cada tarde, cuando el timbre del colegio sonaba indicando que las clases habían finalizado, los más pequeños getxotarras acudían a jugar al fútbol, la peonza u otros juegos de antaño. Esta era la estética que tenía la zona de las Arenas cuando no tenía, todavía, el atractivo turístico que tiene hoy en día.

 

Viajando en el tiempo, concretamente hasta septiembre de 1903, recordamos cómo se celebraban las fiestas. Estas transcurrían con diversos espectáculos y, durante unos días, la fiesta y alegría inundaban las casas de todos los vecinos de Las Arenas. “Una linda canillita”, haciendo referencia a Las Mercedes, era como definía la prensa bilbaína esta festividad, vinculada a la iglesia del mismo nombre. Era entonces cuando en la plaza próxima al Puente Colgante, conocida entonces como “la Plazuela de Las Arenas”, se hacían proyecciones cinematográficas, entre las que se visualizó el documental de 1938 Olympia, que recuerda los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936.

 

Actualmente, la Plaza Puente-Zubia vuelve a ser lugar de espacio festivo, pero nada tiene que ver con las actividades que recuerda Karla Llanos Etxabe, donde actualmente se celebra el afamado concurso de caracoles, que ya va por la XXIII edición. “Getxo, además de su increíble atractivo urbanístico, forma un conjunto de barrios increíblemente alegre, que saben divertirse y hacer las delicias de sus visitantes también en la mesa. Merece la pena hacer una visita”, escribe Llanos Etxabe, quien en su blog “Memorias de Getxo” recoge cómo era el estilo de vida, las fiestas y otras curiosidades de Getxo.

 

Los cambios más recientes son la cantidad de comercios y cafeterías que se han abierto alrededor de la Plaza Puente-Zubia en las últimas décadas. En una época guiada por el capitalismo y el consumismo, Las Arenas no se ha resistido a la implantación de tiendas de todo tipo entre sus calles. Incluso el propio Puente Bizkaia, Patrimonio de la Humanidad desde 2006, cuenta con cafeterías en sus terrazas y tiendas de souvenirs en cada entrada. Esto ha generado mucha polémica, incluyendo una denuncia por parte de un arquitecto que veía dichas terrazas como una “aberración”. Aunque estéticamente no sea lo más favorable, es innegable que genera ingresos e incita al turismo, lo que es positivo para la zona.

 

Los cambios sufridos en Las Arenas, principalmente en las calles colindantes al Puente Bizkaia, no solo han seguido las pautas para mejorar la calidad de vida de los vecinos, sino que también han estado guiados por la estimulación del turismo. Aunque la zona no puede definirse como un paisaje espectacular, los servicios añadidos y los espacios mejorados cumplen su función de utilidad y están en sintonía con las demandas que genera un monumento turístico como es el Puente Colgante.

Las Arenas a través del tiempo

Plaza Puente-Zubia. / Fuente: Blog Peru Buenos días

Vista panorámica de Las Arenas. / Fuente: Blog Peru Buenos días

© Puente Colgante Coop.

C/ Izaro 8, 1º A derecha 48991 Getxo

  • Facebook - Black Circle
bottom of page